El emprendimiento como oportunidad para el balance de género

Hemos experimentado una década de importantes avances en materias de balance de género. A nivel mundial y en nuestro país, hemos visto cómo las transformaciones sociales han acelerado la toma de conciencia de las organizaciones en relación al rol y la responsabilidad que tienen hoy en fomentar una forma de trabajo más humana e inclusiva. La participación femenina en cargos ejecutivos es una de las palancas clave para alcanzar el balance de género, principalmente por el role modeling y el famoso “techo de cristal”, una barrera invisible pero real que se rompe cuando tenemos representantes mujeres en roles de este tipo.

Es fundamental que las mujeres que están desarrollándose profesionalmente puedan identificarse con otras que ya estén en cargos de poder y así vean que es posible. Si bien el tema de las cuotas genera resistencias, se ha demostrado en varios países que es el mecanismo más efectivo para lograr un balance de género. Sin embargo, también tiene sus contras; dado que las mujeres -y los hombres- pueden pensar que la persona tiene ese cargo sólo por cumplir una característica o condición, o bien para llegar a una meta, lo que destruye la sensación de meritocracia tan importante para una organización saludable.

Incrementar la representación femenina tiene enormes oportunidades también en el ámbito del emprendimiento. El ecosistema de innovación en Chile cuenta con varias plataformas cada vez con más foco en diversidad, tanto en las aceleradoras e incubadoras, redes globales como Endeavor y también en círculos que fomentan el acompañamiento y visibilidad como Mujeres Empresarias, Hay Mujeres y Her Global Impact, entre otras. A nivel latinoamericano vemos un incremento en participación femenina pero todavía tímido. Tenemos ejemplos de mujeres liderando emprendimientos tecnológicos asociados a la atracción de talento (Domenica Obando de Talently), formación y entrenamiento (Valentina Laval de Lifebox y Mariana Costa de Laboratoria), data analytics (Graciela Trincado de Codify), y también en mentorías (Gracia Bulnes y Gracia Dalgalarrando de Woomup). Todas ellas demuestran que nuestra capacidad de crear, innovar y emprender es enorme, y simbolizan además la posibilidad de imaginar que una idea puede crecer y convertirse en algo real.

Para avanzar en balance de género, tenemos que entender que la dinámica funciona desde dos ejes; por un lado, se tienen que generar las condiciones propicias y, por otro, que las mujeres tengamos la ambición y seguridad en nosotras mismas para atrevernos. No sirve de nada tener la mejor cancha de tenis si la jugadora no se atreve a tomar la raqueta. Ni tampoco que no contemos con una cancha que asegure las mismas condiciones para ganar.